domingo, 27 de noviembre de 2011

Los Caracoles No Saben Que Son Caracoles, de Nuria Roca

Sí, Nuria Roca la presentadora y No, no sé si la ha escrito un negro (Pero la presunción de inocencia impera)





El libro no tiene una calidad literaria digna de aplauso, y creo que nadie cuerdo esperaría otra cosa. Además de estar escrita en primera persona del presente de indicativo, hay frases demenciales por doquier del tipo "Tiene el pelo naranja", "Una productora ejecutiva, que es como se denomina su cargo" o "A pesar de lo obvio del chiste no podía evitar decirlo, que para eso es guionista de humor", aunque siendo justo he de decir que no es especialmente mala, hay cosas mucho peores publicadas. Cualquiera de Maria de la Pau Janer, por ejemplo.
La historia en sí no tiene demasiado misterio ni complicación: Imaginen a la típica Amiga Fea muy dependiente de la guapa y adicta a la Nocilla, pongan que acaba de romper una relación con su marido y padre de sus dos hijos, que visita regularmente a una psicóloga (que después se convierte en psicoanalista por arte de magia), cuya amiga guapa no es amiga sino hermana de la que además es emocionalmente dependiente y (aquí sí que hay que hacer un esfuerzo mayor) sin problemas económicos. La hermana muere y  a la protagonista le cuesta todo el libro recomponerse.

Y a pesar de su simplicidad, es un ejercicio de mercadotecnia fascinante ¿Por qué? El personaje principal (Clara) no tiene a priori nada que ver con Nuria Roca (Que en un alarde de EGO aparece como secundario fugaz en su propia novela con el ingenioso seudónimo de Nuria Martínez) pero enlaza muy bien con el que a priori es el público objetivo del libro más allá de los tarados como yo: Mujeres de mediana edad atrapadas en la mediocridad. Nuria Roca retrata bastante bien ese perfil dentro siempre de los estereotipos conocidos de las teleseries españolas: Hay una mucama casi residente con acento exótico que en condiciones normales se llevaría por delante la mitad del sueldo de la protagonista, los problemas económicos aparecen una vez y son resueltos sin más drama, hay varios secundarios graciosos para acompañar la transición del personaje principal, tiene algo de Filosofía de Azucarillo (sólo hay que leer el título, vaya), humor blanco de teleserie, algo de moralina con el tema del momento ("Cualquier imbécil quiere pedirle perdón a su amada por haberle pegado hace algunas semanas") etc. A destacar fuera de ese esquema habitual en las teleseries españolas aunque dentro de lo previsible habiendo sido escrito por una valenciana es que se habla explícitamente de la vida sexual de la protagonista, más activa que la del target de la novela. Pero vamos, los lectores de Bukowski tampoco querrían leer su propia vida sexual; si Chinaski tuviese la vida sexual de su público Bukowski no habría visto ni un dólar por sus libros.

Lo más fascinante del libro es que por momentos parece que Nuria Roca se esté mofando de sus lectoras potenciales por haber comprado el libro con frases como "Una novela de una mujer de treinta y tantos años normal a la que pasan cosas normales no puede ser un éxito", alabando a su alter ego o diciendo que jamás de los jamases una novela podría llamarse "Los caracoles no saben que son caracoles"


Nuria Roca

Se lee rápido y sin dificultad y es un buen regalo para intentar ligar con una cajera del Mercadona con poca autoestima que dice que le gusta leer (ponga aquí títulos de Paulo Coleho, Midget Jones o similares)