viernes, 26 de febrero de 2010

La economía no existe, de Antonio Baños Boncompain

La economía no existe, de Antonio Baños Boncompain no es un libro de economía, todo lo contrario: se trata de un libro estupendo. Una disección pormenorizada de las pequeñas discordancias del mundo. De sus porqués, sus cuándos y sus cómos. Pero cuando se habla de un libro, suele ser cosa de buen gusto poner un extracto del mismo. Helo aquí:

“Es probable que al leer el título que luce en la cubierta más de uno haya torcido el gesto, chascado la lengua y negado con la cabeza: ¿cómo no va a existir la economía, si estamos todos fastidiados por la crisis? Pues precisamente por eso. Bajo el yugo de la econocracia, la vida se ha reducido a cifras y modelos que los economistas aplican sin piedad, y metiendo la pata con asombrosa frecuencia. Al igual que los escolásticos en su momento, los econócratas practican una forma de onanismo mental”.

No quiero llevarles a engaños. Es muy probable que a muchos de ustedes, a priori, este libro les huela a eructo antiglobalización, a pataleta pequeñoburguesa. Y tal vez tengan parte de razón, pero sólo parte. En justicia cabe decir que tampoco se trata de un libro, sino más bien un pasquín, como claramente dice su subtítulo: “un libelo contra la econocracia”. Y como libelo no le pidan soluciones, su naturaleza es francotiradora.

Otrosí. Antes de leerlo es obvia la disposición a calificar este escrito como un ataque directo y kamikaze a un sistema político-económico concreto, sin embargo sería volver a errar en parte, pues es mucho más que eso: es una embestida a un sistema mental. La tesis del texto no es exactamente la de atacar el sistema capitalista, más bien se trata de reconquistar el espacio perdido de la cordura. La economía ha dejado de ser una cosa real para convertirse en una superchería, ha dejado de ser útil para convertirse en única, con todo lo que ello implica, como por ejemplo la incapacidad de concebir otras posibilidades. El lenguaje económico al que nos hemos entregado con pasión se asegura de que no valoremos una posibilidad alternativa disfrazándose de ciencia: tasas, índices, plusvalías, balanzas o activos no pueden estar equivocados. Una tasa de confianza es una tasa de confianza. ¿O no?

Los economistas se presentan ante nosotros, los ignorante, como científicos; como expertos en las matemáticas del dinero y los mercados. Sin embargo basta echar un vistazo a sus declaraciones para darse cuenta de que se comportan más como oráculos o chamanes.

La economiá no existe es un libro repleto de obviedades, pero obviedades que se olvidan a menudo. Baños Boncompain no es un antisistema, no aboga por la eliminación de la cosa económica, más bien su teoría es otra: es necesario reubicar en nuestra mentes los pensamientos pecuniarios, por decirlo así. En suma, La economía no existe es un libro tan sensato como carcajeante. Con una deliciosa costumbre popular casi extinta: el sentido común. En definitiva un libro interesante y revelador en el que, además, y citando al autor, “se entienden todas las palabras“.

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