miércoles, 12 de mayo de 2010

La Vieja Guardia, de John Scalzi

John Scalzi es un celebridad en la blogosfera de habla inglesa. Desde su blog se dedica a comentar, con un muy yanki sentido del humor, los asuntos que más le llaman la atención: desde reseñas de los libros que lee hasta comentarios sobre el jardín de su vecino. Y así, como quien no quiere la cosa, Scalzi, que lleva escribiendo en la red desde 1998, se ha hecho con un nutrido grupo de lectores fieles.

Y por fin, en 2005, publicó su primera novela, Old Man’s War, cuyo título en España ha sido La Vieja Guardia. Se trata de pura ciencia ficción al mejor estilo Heinleiniano (de hecho el propio autor admite su inspiración), con todos los elementos que hacen de este subgénero un disfrute para algunos y una simpleza para otros: militarismo ligeramente derechón, personajes arquetípicos hasta el paroxismo, multitud de alienígenas de todo tipo, teorías científicas inverosímiles y, sobre todo, un ritmo endiablado y un constante crescendo de diversión y situaciones descabelladas.

Con un punto de partida excelente, La Vieja Guardia nos cuenta la historia de John Perry, un ciudadano que se enrola en las Fuerzas de Defensa Colonial para proteger los intereses de la Humanidad en el Universo. Un Universo que alberga a un sinfín de razas inteligentes inmersas en una guerra eterna por la colonización de planetas y por la explotación de los recursos naturales. El único problema para convertirse en un soldado de infantería razonablemente eficiente contra razas alienígenas monstruosas y tecnológicamente más avanzadas es que Perry tiene 75 años y está completamente achacoso, como todos los nuevos reclutas.

El quid de la cuestión es que estos viejos que van a ser enviados a una guerra en la que su muerte es casi segura (el canon de las Tropas del Espacio de Heinlein está bien presente a lo largo de toda la novela) aceptan alistarse con la esperanza de ser rejuvenecidos por las Fuerzas de Defensa Coloniales y, al menos, vivir sus últimos años de vida en un cuerpo joven y robusto, aunque sea en una cruenta guerra. Es este uno de los grandes aciertos de Scalzi, que retrata con humor la reacción de un grupo de septuagenarios que de repente se ven con las energías de un veinteañero especialmente enérgico.

Lo mejor que se puede decir del Scalzi escritor es que es un narrador eficiente y con un gran sentido del humor. La prosa de La Vieja Guardia es directa, clara y amena -como debe ser en un artefacto de estas características- y hace que la lectura sea gozosa y veloz. En definitiva, una novela que recupera las mejores características de la ciencia ficción más clásica y las relanza con fuerza renovadas. En fin, pura diversión, que no es moco de pavo.

2 comentarios:

  1. No me jodais, no me hagais esto, que tengo la hostia que estudiaaaaar!!!

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  2. A mí me gustó, como dices recupera el espíritu de una ciencia ficción que ya no se ve. Entretenido y con ritmo.

    Pero confieso que hay autores modernos que me gustan más.

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