jueves, 11 de febrero de 2010

Los Mundos de Aldebarán, de Leo.

Con un trazo puramente europeo, el brasileño Luiz Eduardo de Oliveira, AKA “Leo”, ha pergeñado una de las mejores obras de ciencia ficción del cómic contemporáneo. Los Mundos de Aldebarán se llama el artefacto y consta de tres partes: Aldebarán, Betelgeuse y Antares.

Esta magnífica trilogía narra las vicisitudes de un grupo de personajes que forman parte de las primeras colonias humanas interestelares, situadas en los planetas que dan nombre a cada una de las tres partes de la obra. A medida que la acción avanza nos iremos dando cuenta de que existe una relación entre los tres planetas y un misterioso animal llamado La Mantriz.

El dibujo realista y de líneas claras, deudor de la mejor escuela francesa de los 70 y 80, muestra una casi enfermiza vocación del autor por la verosimilitud biológica y medioambiental de los lejanos mundos colonizados. Leo se saca de la chistera un bestiario colorido y sorprendente, un enorme catálogo de animales oriundos que, junto con una cuidadísima representación geográfica de cada planeta, se convierten en los instrumentos perfectos para convencernos de que realmente lo que estamos leyendo ha pasado. O pasará. Es como leer las memorias de una astrobiólogo hechas tebeo, una gozada.

Animalillos en su hábitat natural

Pero además de ser un gran logro estético, Los Mundos de Aldebarán narran una absorbente historia épica con personajes excelentemente construidos, impulsados por las más básicas pulsiones humanas: sexo, egoísmo, ira, etc. Leo consigue que empatizemos con ellos a un nivel poco común. Es una historia desprovista de héroes y plagada de personas, por decirlo de algún modo. Hay que destacar que también se hace mucho hincapié en las pulsiones sexuales de los personajes, de un modo que recuerda la filosofía hippie del amor libre. En otras palabras: el sexo y la coyunda son una parte importante del desarrollo de la historia.


Tocar mamella también mola en el futuro

Todo encaja de tal forma que Los Mundos de Aldebarán entra en esa categoría de obras que logran que el lector se abstraiga totalmente. Una vez leída la primera página no se puede parar hasta el final.

Háganse con esta pequeña joya, pues merece mucho más eco del que ha tenido hasta ahora.

En cuanto a la edición que Planeta ha realizado de la obra no cabe decir nada malo. Siguiendo la política de publicar integrales con historias completas ha editado la trilogía al ajustado precio de 20€ cada volumen.

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