lunes, 31 de mayo de 2010

Nocilla Dream, de Agustín Fernández Mallo


Entretenidillo. Sus capítulos tan cortos y ese rollo como de estar haciendo zapping lo hacen idóneo para trayectos cortos de autobús o para llevártelo al retrete si no tienes a mano un buen Mortadelo.

6 comentarios:

  1. Y poco más que decir. Porque además esa era la intención del autor, ¿no? Crear un artefacto así muy moderno, como de usar y tirar, sin pretensiones.

    ResponderEliminar
  2. Bueno, yo no creo que esa fuese la intención del autor, porque pretencioso es un RATO LARGO. Ahora bien, la reseña que has hecho me parece muy adecuada e incluso generosa. Es un libro totalmente perecedero. Ha servido para poner muchos prefijos (meta/post/trans), pero dudo que perdure como algo más que una anécdota.

    ResponderEliminar
  3. Si no me hubiese destrozado la muñeca derecha hace un par de horas aplaudiría con fuerza

    ResponderEliminar
  4. Lo mejor de "Nocilla Dream", pienso, no ha sido "Nocilla Dream" -ni "Nocilla Experience", "Nocilla Lab"-, sino todo el fenómeno "nocillesco-mutante-literatoide" que se ha montado a su alrededor. Para bien. Y para mal también.

    ResponderEliminar